¿A QUÉ HUELE HUGH JACKMAN?

MIRADA DE "¡AY, QUE TE COMO!

MI PISTOLERO

¿TE APETECE UN BAÑO,XATI?




CON CAMISETA INMACULADA

"MADRE MIA QUE BIEN LO PASAMOS ANOCHE"

¡ ARRÁNCAME LA CAMISA NIÑA!

UFF, COMO ME HACES SUDAR

¿ UNA PELEA?

MIRADA MATAORA

¿QUEDAMOS DESPUÉS DEL RING?

Hoy le voy a dedicar mi blog al cuerpo del delito, a la nueva entrada de mis amores platónicos, a esa imaginacion de padre, a la inspiración de muchos manolos...

Pero realmente ¿a que olerá ese ángel caido del cielo, ese conquistador de mujeres, ese imán para todo tipo de personas, incluida mamá? Según una admiradora de lobezno, huele a hombre, sin embargo, qué es oler a hombre, o a que huele un hombre como ese monumento?? El olor a hombre, y a Hugh es esa especie de fragancia que te entra por las narizes, se adentra en todo tu cuerpo como una serpiente ansiosa por encontrar a su presa, sube hasta tu cerebro y relacionas ese aroma con un CUERPO, una espalda de aquí a Cuenca, unos pectorales deseosos de ser untados de chocolate para ser comidos por una boca traviesa, un profundo ombligo, unas piernas de infarto, unas suaves y enormes manos que te podrían estar acariciando toda una apasionada noche... al asociar todos estos elementos con el perfume que recorre el entorno, entra por tu cuerpo una especie de calor que no puedes controlar y es cuando empiezas a sudar de forma incontrolada y a respirar tan rápido como un pájaro buscando a una pájara para tener pajarillos que alimentar.

Madre mía ahora nosé cómo seguir...

Pues eso que el olor a hombre no es ningún perfume barato, ni a sudor camionero, es un olor indescriptible que unicamente se puede reconocer cuando lo hueles, cuando está cerca un pedazo de hombre, una locomotora en plena acción...

Y ya no quiero decir nada, de la fragancia que desprende Hugh, o que desprenderá ya que desgraciadamente yo never experimentaré, en el momento de la acción en pareja, o en trío o en grupo, me entendeis, ¿no?

Ese olor tiene que ser como un tigre en el minuto que alcanza la presa y la devora... porque eso es lo que hace él, devorar a su presa, imaginaos, eso sí que es olor a hombre, a sudor de cuerpo, olor de macho cabrío, nada en el mundo, ni siquiera el perfume que desprende una delicada rosa podría sustituir a esa esencia de hombre laborioso de un cuerpo en el momento de máximo placer, en el éxtasis del momento...

Esto no quedará aquí, Hugh Jackman sabemos que merece más, así que habrá una segunda parte, no os la perdais cerditas manoleras!!